06 febrero 2007

France Télécom vuelve a ser condenada por la justicia europea


La operadora, a través de su filial para Internet Wanadoo –hoy Orange– aprovechó su posición dominante para poner trabas a la competencia entre 2001 y 2002.

A finales de los años 90, en los primeros momentos en que se ofrecían en Francia conexiones ADSL, la operadora France Télécom se aseguró rápidamente una posición dominante, que ostenta aún hoy con más abonados que sus dos competidores inmediatos, Free y Neuf Cegetel. Poco después la competencia acusó al operador de haber puesto trabas a sus desarrollos.

Hoy, la justicia europea confirma de nuevo estas acusaciones y sugiere el pago de una multa de 10,35 millones de euros por parte de la compañía. De este modo, la segunda más alta institución jurídica europea confirma una decisión de la Comisión Europea fechada en 2003.

Para la justicia, France Télécom excluyó ilegalmente a sus competidores del mercado de Internet de banda ancha facturando a sus clientes a precios artificialmente reducidos. Así, Wanadoo, filial de France Télécom y actualmente rebautizada como Orange, impuso a sus clientes tarifas por la conexión que no cubrían ni siquiera el coste de provisión del servicio, con la voluntad de "tantear el mercado (…) durante una fase capital de su desarrollo”, según estimó el tribunal en un comunicado.

En su decisión de 2003, la Comisión precisó que esta política de precios agresivos de Wanadoo se desarrolló desde marzo de 2001, momento del lanzamiento de grandes campañas de publicidad sobre ADSL, hasta octubre de 2002, cuando France Télécom redujo sus precios más de un 30%.

Según el ejecutivo europeo, France Télécom contaba con compensar las pérdidas registradas en los servicios ADSL facturando más fuertemente el acceso a la red para los competidores. Por su parte, Wanadoo siempre ha discutido haber ocupado una posición dominante y haber abusado de ella. Sin embargo, la Corte Europea de justicia no ha considerado sus argumentos, y ha antepuesto el hecho de que Wanadoo contaba con ocho veces más abonados que su inmediato competidor.

Hay que recordar que en noviembre de 2005, France Télécom fue condenado por el Consejo de la Competencia francés con una multa récord de 80 millones de euros por hecho similares, esto es, por haber cerrado a sus competidores el acceso al mercado de Internet de banda ancha ADSL hasta octubre de 2002.

Como cabía esperar, France Télécom apeló, aunque su demanda fue desestimada el pasado mes de julio. La Corte de Apelación confirmó la sanción y se sumó a la opinión del Consejo de la Competencia, calificando la acción de la compañía como “muy grave”.

Por su parte, el Consejo de la Competencia consideró las prácticas de France Télécom como “extremadamente graves”, por haber causado un “daño importante a la economía”, lo que ha motivado esta multa, la segunda más alta jamás impuesta desde la creación de la institución.

El origen de este asunto se remonta al año 2000, cuando Neuf Telecom –hoy Neuf Cegetel– apeló frente al Consejo de la Competencia, quien ordenó a France Télécom proponer una oferta ADSL en conjunto, la que sería la futura “opción 3”. El operador diseñó una oferta con condiciones que la volvían imposible.

La historia continuó durante mayo de 2004, cuando el Consejó consideró que la compañía no había obedecido a su orden, y le impuso una sanción de 20 millones de euros.

Descontenta, la operadora apeló para obtener una reducción de la multa. Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas también apeló, al considerar que la sanción impuesta no era “suficiente teniendo en cuenta la gravedad de los hechos”, y pidiendo que la multa se elevase a 75 millones.

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