Y es que, aunque queda mucho todavía para que un consumidor pueda usar un dispositivo WiFi (o WiMax, en un estadio más avanzado) en cualquier lugar y sin depender de una red convencional, para realizar llamadas de voz, las operadoras ya le ven las orejas al lobo. Por eso son cada vez más frecuentes iniciativas como la de T-Mobile USA, la cuarta red de telefonía móvil en número de abonados de Estados Unidos, que va a anunciar su propio teléfono celular-WiFi, según publica hoy el diario The Wall Street Journal.
Claro que la cosa tiene truco. No se trata de que la filial de Deutsche Telekom se haya decidido a abrir sin más sus dispositivos a redes inalámbricas de la familia de estándares 802.11 (la del router que tienes en tu casa), sino que permitirá que los terminales de los consumidores utilicen automáticamente los 'hotspots' (o puntos de acceso WiFi) cuando estén en su zona de cobertura, para realizar las llamadas.
El reclamo es que estas conexiones se facturarán a precio inferior a las que se hacen utilizando las antenas celulares convencionales. Y la pega, que obviamente no serán gratis, como si ocurre con un usuario que utiliza una PDA o un teléfono inteligente y un programa gratuito de voz sobre IP -como Skype-.
Como recuerda el diario, T-Mobile no es más que el último operador en lanzarse a la aventura de enganchar las redes IP a sus sistemas mediante un terminal mixto, ya que Cingular o Sprint Nextel en Estados Unidos, y British Telecom, Telecom Italia y Orange en Europa, han emprendido en los últimos meses iniciativas similares.
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